miércoles, 17 de junio de 2015

dejar de ser yo para ser yo

Esta frase (el título de este post) la escribí hace algunos años cuando descubrí que me había convertido en una recopilación de copias de los demás. Había adoptado modales, modismos y gustos de otras personas en mi y ya ni siquiera sabía cómo era yo ni quién era yo.

Hoy, mientras leía uno de tantos libros que tengo a medias, vino nuevamente ese pensamiento a mi mente mientras leía el siguiente fragmento: 

"Muchas veces las personas no exploran sus propios talentos. Aceptan las definiciones de otros acerca de ellos, sin ver si esas consideraciones encajan. A veces niegan sus propios dones y viven indirectamente a través de los dones de los demas." "Perdemos nuestro verdadero yo cuando nos conformamos tanto a los demás que perdemos nuestra propia separación e identidad."  -Cambios que Sanan, Dr. Henry Cloud-

Pensando en esto y analizando el tiempo que ha pasado desde que escribí la frase, me doy cuenta que descubrir quién soy no ha sido un camino fácil y tampoco corto. Me ha llevado más tiempo del que pensaba, pero definitivamente ahora puedo decir que soy más yo misma de lo que era en ese momento. Identificar mis propios gustos, mis sabores, colores y olores preferidos, mi tendencia en cuanto a la moda, mis limitaciones y con esto poder tomar mis propias decisiones sin pensar en el "qué dirán" ha sido todo un reto pero ha valido la pena. Ahora vivo más satisfecha de poder expresar lo que pienso y quiero sin tener que conformarme o adaptarme a lo que dicen los demás... ¡claro! respetando a los demás y pensando una, dos o tres veces lo que voy a hacer o decir o escoger. La verdad ¡ser yo misma es todo un arte! Un arte que aún no termino de dominar pero que sin duda me permite decir que ahora soy yo.


miércoles, 10 de junio de 2015

amigos...

Ayer una querida amiga me etiquetó en una linda postal que tenía el siguiente mensaje: "Está comprobado que una amistad que dure más de 7 años, es para toda la vida." Me encantó la postal e inmediatamente pensé en etiquetar a tooooodos mis amigos que me han acompañado por más de 7 años de mi vida y con agrado me di cuenta que ¡era una lista grande! Después me detuve a pensar, ¿en realidad puedo considerar AMIG@S a todas esas personas? 

Creo que todos hemos escuchado que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano, 10 años atrás no lo creía, pensaba que era un pensamiento muy negativo y era como ver el vaso medio vacío; yo contaba más de 5 "amigos" y ¡me faltaban dedos! Pero a estas alturas de mi vida tengo que retractarme. La frase es cierta y es algo que me ha dolido aprender. 

Me ha dolido aprender que hay amigos de ocasión, que te acompañan por un tramo de la vida mientras las circunstancias, el tiempo y el espacio lo permiten pero cuando esas circunstancias, tiempo y espacio cambian, la amistad también. En la mayoría de los casos el contacto permanece(al menos siguen siendo amigos del Face) pero la comunicación y la confianza ya no son lo mismo; ya no te puedes sentar como antes a platicarle que te peleaste con tu esposo, que tienes comezón en alguna extraña parte de tu cuerpo o que simplemente se te quebró una uña como la tragedia más grande del mundo.

Pero lo bueno, genial y maravilloso de todo es que sí existen los amigos de y para toda la vida, a los que les puedes platicar cualquier cosa que sea importante para ti (aunque para ellos sea una tontería) y saber que te van a escuchar, se van a reir o van a llorar contigo sin importar si las circunstancias, el tiempo y el espacio cambian o no porque simple y sencillamente permanecen a tu lado a pesar de las circunstancias, el tiempo y el espacio. Quizá sí me sobren los dedos de la mano, pero esas son personas son a los que en verdad puedo llamar con todas las letras de la palabra AMIGOS.


miércoles, 3 de junio de 2015

rachitas

"Son rachitas..." Rachitas de mala suerte, dicen algunos. Conocí a una persona que decía "Si las 'maldiciones' no nos acercan a Dios, las bendiciones tampoco lo harán." 
Hace poco leí un libro que describía esos tiempos como atravesar un desierto y la autora expresaba que en esos desiertos es dónde ha conocido a Dios de una forma real y directa, algo que va más allá de solo escuchar o creer creer en Él. Y creo que tiene toda la razón.

Creo que más que rachas de mala suerte, son oportunidades para aprender, crecer, y creer en verdad en Alguien que mueve cada pieza y permite que cada cosa suceda para enseñarnos su gran amor... por difícil y absurdo que a veces esto parezca (por aquello de que todo está en contra nuestra).

Siempre he dicho que la vida está llena de lecciones y en mi experiencia, y a través de las "rachitas" de mi vida es donde más he aprendido, crecido y conocido a un Dios que sobrepasa mi entendimiento, mis límites, mis rachitas y mi suerte.