viernes, 4 de septiembre de 2015

No estoy gorda, estoy embarazada.

Gorda? Claro que no! Estar embarazada no significa estar gorda. Estar embarazada es ver tu cuerpo cambiar y transformarse.
Sí, quizá perdimos cintura, se esconden las pompis, se hinchan las manos y los pies,  y el busto... bueno, ese por lo regular nos gustaria conservarlo. Y sí, quizá hicimos mas panza que la amiga de tu vecina, parecemos de más meses o nos vemos lindas así de "chonchitas"... pero no nos lo digas! No queremos escuchar comparativos, no queremos sentirnos gordas, no necesitamos sentirnos gordas porque lo que vivimos va mucho mas allá del peso o el tamaño. Estamos dando vida! No nos comimos una sandia y no traemos una pelota en el vientre... es una vida y por esa vida estamos dispuestas a ver nuestros cuerpos cambiar quizá no tan estéticamente como quiseramos, pero sin duda nuestra pancita, nuestro cuerpo se convierte por nueve meses en la mas bella escultura tallada por Dios en el cuerpo de una mujer.

No estoy gorda, estoy embarazada y soy arte en crecimiento, una obra maestra.

martes, 11 de agosto de 2015

Yo no planeé este embarazo

Yo no planeé este embarazo, y si tu estas embarazada, creeme, tampoco fue obra tuya.

Cuando recibí la noticia de que estaba esperando a mi tercer bebé, depues de estar varios minutos en shock, me eché a llorar... esto no estaba planedo dentro de mi "perfecta y organizada" agenda de vida, pero en la perfecta y organizada agenda de Dios sí y eso fue lo que me hizo estallar en llanto. Saber que El tenía mejores planes que los mios y que su tiempo era perfecto para este bebé.

A lo largo de mi embarazo he coincidido con mas de 50 mujeres entre conocidas, amigas y familiares que también llevan vida en sus vientres. A muchas de ellas tambien las tomó por sorpresa, he escuchado varias veces la frase "se me chispoteó". Pero a Dios no se le chispotea nada! Al Creador de vida no lo detiene ni el más efectivo y eficiente método anticonceptivo ni la agenda más organizada del mundo.

Quizá podamos creer que una persona puede controlar y decidir el momento de la muerte de otra al accionar un arma, jalar una cuerda, hacer un brusco movimiento, bajar una palanca quitando vida... pero, quién controla y decide dar vida si no solo Dios? El es el único que puede dar aliento de vida. Ni la receta de la abuela ni el mas caro tratamiento tiene efecto si no es por El.
El sigue dando vida y no porque siga creyendo en la humanidad ni porque necesite más humanos que sigan poblando la ya sobrepoblada tierra. El sigue dando vida para demostrarnos que El es Dios creador de todo y de todos y que sigue siendo el único autor de vida.
Yo no planeé este embarazo, fue planeado por mi perfecto y amoroso Dios Creador.

"Tú guiaste mi concepción y me formaste en el vientre. Me vestiste con piel y carne y tejiste mis huesos junto con mis tendones. Me diste vida y me mostraste tu amor inagotable, y con tu cuidado preservaste mi vida."
Job 10:10-12 NTV

miércoles, 22 de julio de 2015

Cansada...


Estoy cansada, cansada de caminar con la corriente haciendo, viviendo, comprando como lo dicta la gente, la sociedad, la cultura. Estoy cansada de querer aparentar alguien que no soy, algo que no tengo, querer algo que en realidad no quiero. ¡Basta! Quiero descansar, volver a mi origen, mi raíz, ser la persona única y originalmente creada por un sabio y maravilloso Dios que no nos diseñó para aparentar, si no para ser quien pensó que seríamos. Quiero ser la mujer que él creó para cumplir un plan, un propósito, un rol. Quiero ese descanso de alma, de mente, de corazón. Ese único descanso que se encuentra en mi Creador. Esa única paz que puedo encontrar en Él. Es único reposo que solo Él me puede dar.


Descansar en Él para trabajar en la mujer, esposa y madre que debo ser. 

jueves, 9 de julio de 2015

El corazón de una madre no se acostumbra...

"Te acostumbrarás" fué una comentario que me hicieron cuando compartía el dolor que me causaba dejar a mis pequeños niños en la guardería al cuidado de alguien más; alguien completamente ajeno y que claro está, nunca podría brindarles el amor y los cuidados que yo tendría para con ellos.

Ya han pasado 3 años desde que tuve que separarme de mi primogénito por cuestiones laborales y la verdad es que no me acostumbro. Me sigue doliendo día con día dejarlo a él y ahora a su hermanita y por si fuera poco, dentro de un par de meses esto se va a triplicar. Creo que tengo demasiado corazón de madre que simplemente no me puedo acostumbrar.

No, simplemente es algo a lo que no me puedo y no quiero acostumbrarme. Mientras más lo pienso más miedo me da habituarme a estar sin ellos, a dejar que otros los eduquen y los cuiden mientras yo tengo que trabajar. Y no, no estoy en contra de las mamis trabajadoras, yo soy una de las miles de mamis que salimos todos los días a trabajar buscando algo mejor para nuestras familias. Pero no por eso me debo de acostumbrar ¿o si? 

He observado que para muchas mamis es lo más normal del mundo, para mi no lo es y creo que a la vista del que diseñó ese vínculo de amor llamado familia, tampoco... pero ya hablaré sobre eso en otro momento. Pero volviendo a este punto, no estoy en contra de las mamis trabajadoras, estoy en contra de las mamis que se acostumbran y se conforman a lo que otras personas les enseñan a nuestros pequeños. Estoy a favor de buscar algo mejor para ellos, pero ese "algo mejor" debe incluir una mejor educación como personas, algo que no siempre el colegio más caro va a proporcionar y que aunque así lo fuera, de nada servirá si en casa no se siembran y se viven y se cultivan las bases de amor, cuidado, respeto, verdadera educación moral.
Trabajar no significa dejar de ser mamá. Trabajar no es ceder nuestro rol. Trabajar no significa dejar de educar, de enseñar, de cuidar. 



miércoles, 17 de junio de 2015

dejar de ser yo para ser yo

Esta frase (el título de este post) la escribí hace algunos años cuando descubrí que me había convertido en una recopilación de copias de los demás. Había adoptado modales, modismos y gustos de otras personas en mi y ya ni siquiera sabía cómo era yo ni quién era yo.

Hoy, mientras leía uno de tantos libros que tengo a medias, vino nuevamente ese pensamiento a mi mente mientras leía el siguiente fragmento: 

"Muchas veces las personas no exploran sus propios talentos. Aceptan las definiciones de otros acerca de ellos, sin ver si esas consideraciones encajan. A veces niegan sus propios dones y viven indirectamente a través de los dones de los demas." "Perdemos nuestro verdadero yo cuando nos conformamos tanto a los demás que perdemos nuestra propia separación e identidad."  -Cambios que Sanan, Dr. Henry Cloud-

Pensando en esto y analizando el tiempo que ha pasado desde que escribí la frase, me doy cuenta que descubrir quién soy no ha sido un camino fácil y tampoco corto. Me ha llevado más tiempo del que pensaba, pero definitivamente ahora puedo decir que soy más yo misma de lo que era en ese momento. Identificar mis propios gustos, mis sabores, colores y olores preferidos, mi tendencia en cuanto a la moda, mis limitaciones y con esto poder tomar mis propias decisiones sin pensar en el "qué dirán" ha sido todo un reto pero ha valido la pena. Ahora vivo más satisfecha de poder expresar lo que pienso y quiero sin tener que conformarme o adaptarme a lo que dicen los demás... ¡claro! respetando a los demás y pensando una, dos o tres veces lo que voy a hacer o decir o escoger. La verdad ¡ser yo misma es todo un arte! Un arte que aún no termino de dominar pero que sin duda me permite decir que ahora soy yo.


miércoles, 10 de junio de 2015

amigos...

Ayer una querida amiga me etiquetó en una linda postal que tenía el siguiente mensaje: "Está comprobado que una amistad que dure más de 7 años, es para toda la vida." Me encantó la postal e inmediatamente pensé en etiquetar a tooooodos mis amigos que me han acompañado por más de 7 años de mi vida y con agrado me di cuenta que ¡era una lista grande! Después me detuve a pensar, ¿en realidad puedo considerar AMIG@S a todas esas personas? 

Creo que todos hemos escuchado que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano, 10 años atrás no lo creía, pensaba que era un pensamiento muy negativo y era como ver el vaso medio vacío; yo contaba más de 5 "amigos" y ¡me faltaban dedos! Pero a estas alturas de mi vida tengo que retractarme. La frase es cierta y es algo que me ha dolido aprender. 

Me ha dolido aprender que hay amigos de ocasión, que te acompañan por un tramo de la vida mientras las circunstancias, el tiempo y el espacio lo permiten pero cuando esas circunstancias, tiempo y espacio cambian, la amistad también. En la mayoría de los casos el contacto permanece(al menos siguen siendo amigos del Face) pero la comunicación y la confianza ya no son lo mismo; ya no te puedes sentar como antes a platicarle que te peleaste con tu esposo, que tienes comezón en alguna extraña parte de tu cuerpo o que simplemente se te quebró una uña como la tragedia más grande del mundo.

Pero lo bueno, genial y maravilloso de todo es que sí existen los amigos de y para toda la vida, a los que les puedes platicar cualquier cosa que sea importante para ti (aunque para ellos sea una tontería) y saber que te van a escuchar, se van a reir o van a llorar contigo sin importar si las circunstancias, el tiempo y el espacio cambian o no porque simple y sencillamente permanecen a tu lado a pesar de las circunstancias, el tiempo y el espacio. Quizá sí me sobren los dedos de la mano, pero esas son personas son a los que en verdad puedo llamar con todas las letras de la palabra AMIGOS.


miércoles, 3 de junio de 2015

rachitas

"Son rachitas..." Rachitas de mala suerte, dicen algunos. Conocí a una persona que decía "Si las 'maldiciones' no nos acercan a Dios, las bendiciones tampoco lo harán." 
Hace poco leí un libro que describía esos tiempos como atravesar un desierto y la autora expresaba que en esos desiertos es dónde ha conocido a Dios de una forma real y directa, algo que va más allá de solo escuchar o creer creer en Él. Y creo que tiene toda la razón.

Creo que más que rachas de mala suerte, son oportunidades para aprender, crecer, y creer en verdad en Alguien que mueve cada pieza y permite que cada cosa suceda para enseñarnos su gran amor... por difícil y absurdo que a veces esto parezca (por aquello de que todo está en contra nuestra).

Siempre he dicho que la vida está llena de lecciones y en mi experiencia, y a través de las "rachitas" de mi vida es donde más he aprendido, crecido y conocido a un Dios que sobrepasa mi entendimiento, mis límites, mis rachitas y mi suerte.

sábado, 30 de mayo de 2015

coincidencias

Y de pronto coincides... coincides con personas por unos momentos, a veces, momentos eternos.
Coincides con gente que no esperabas y a los que esperabas a veces no llegan. A veces "re-coincides" y a veces quisieras "re-coincidir" (sí, palabra inventada por mi).
Un día estás en un lugar y crees que ahí te quedarás y de pronto, tienes que marcharte.
Y al final, de eso se trata, de ir y venir, de llegar y de retirarse, de coincidir por un tiempo y después partir aunque eso no signifique retirarse para siempre.
Y con esta bendita tecnología, a veces re-coincides sin esperarlo, sin buscarlo, sin desearlo.
Y al final,  ¿cuántas de esas coincidencias son para siempre? ¿Cuántas de esas coincidencias ya ni siquiera recuerdas? ¿Cuántas de esas coincidencias quisieras olvidar, pero ahí se quedan?
Y mientras la vida siga, seguiremos coincidiendo... o re-coincidiendo...

viernes, 29 de mayo de 2015

cosas insignificantes

“¿A poco oraste por eso? ¡No es para tanto amiga!” Hace poco me dijeron eso porque yo andaba estresadísima por un proyecto que tenía que entregar en el trabajo. Una simplicidad para muchos, una súper preocupación para mí y ¡claro que había orado! Y de no haberlo hecho quizá no lo hubiera logrado.
¿Cuántas veces pensamos: “es algo sin chiste”? o “no vale la pena molestar a Dios por estas tonterías”. Ayer leía sobre un hombre que se preocupó por haber perdido su hacha y cómo Dios obró para que ésta apareciera (la historia es real y está en la Biblia)… ¡sí! ¡un hacha! Y así hubieran sido las llaves, un lápiz, los lentes o cualquier otra cosa, Dios hubiera hecho la obra tan simple y sencillamente porque para Él también era importante como lo fue para el hombre que la había perdido.
No son tonterías, cada aspecto de nuestra vida, por pequeño y absurdo que parezca, si es importante para nosotros, también es importante para Dios. Cada cosa que tenemos, cada cosa que encontramos o perdemos, cada cosa que nos pasa es importante para Él. Bueno, ¡hasta la cantidad de nuestros cabellos conoce! (y esto también está escrito en la Bliblia).


Ahora que lo pienso bien, cada cosa que mis hijos hacen es importante para mí. Me preocupa un rasponcito y me emociono con una nueva palabra o un “simple” dibujo. Como Padre, Dios está al pendiente de mí y de mis “cosas insignificantes”. ¿No es maravilloso? Entonces la próxima vez que pierdas las llaves... o la cabeza, no pienses que "no es para tanto", piensa que para Dios lo puede ser todo. 

jueves, 28 de mayo de 2015

disciplina llena de amor

Cuántas veces hemos vivido tragedia tras tragedia y pensamos “¿Por qué todo me pasa a mí?” “¿Por qué Dios me castiga de esa manera?” Incluso nos dicen (y a veces escuchamos) que nos debemos de hacer una “limpia” porque seguramente “alguien” nos hizo ojo y por eso todo lo malo nos está pasando.

Hace un par de semanas vivimos un segundo choque en menos de 10 días después de haber adquirido una nueva camioneta. Fue frustrante, el primer choque aún sigue en verificación para ver si será cubierto por la aseguradora y del segundo tenemos que pagar un deducible que no estaba contemplado en nuestras, ya de por sí, amoladas finanzas.

Adicional a esto, nuestra pequeña de tan solo 10 meses cayó en cama en 2 ocasiones diferentes y por si esto no fuera preocupante, un tornado azotó la ciudad donde crecí y donde aún viven mis padres provocándome una gran angustia. Y para cerrar con broche de oro, la lista de deudas se sigue sumando y simplemente no encontramos la puerta.

Quizá para ti no es la gran cosa, para mí ha sido abrumador, estresante, frustrante, molesto... y todo los sentimientos que vengan a tu cabeza tras vivir tiempos como éstos. Seguramente ya sabes de lo que hablo.

Pero mientras todo esto pasaba, hubo un momento en el que simplemente tuve que hacer un alto y reflexionar (¡y recomenzar!)… ya escribí sobre esto pero lo menciono porque he aprendido, entre tantas cosas, que no se trata de que alguien nos hizo ojo, más bien, yo diría que Alguien nos echó el ojo y quiere llamar nuestra atención.
Esta semana leí tres pasajes en diferentes tiempos, diferentes días, diferentes momentos y simplemente capturaron mi atención:

“¿Acaso olvidaron las palabras de aliento con que Dios les habló a ustedes como a hijos? Él dijo:
«Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor
y no te des por vencido cuando te corrija.
Pues el Señor disciplina a los que ama
y castiga a todo el que recibe como hijo».
Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los trata como a sus propios hijos. ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue disciplinado por su padre? Si Dios no los disciplina a ustedes como lo hace con todos sus hijos, quiere decir que ustedes no son verdaderamente sus hijos, sino ilegítimos.”
Hebreos 12:5-8

 “Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges, Y en tu ley lo instruyes, Para hacerle descansar en los días de aflicción…”

“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.”

¡Wow! Entonces no es mala suerte, no es un castigo, ¡es disciplina! Disciplina llena de amor. Ese Alguien que nos echó el ojo me quiere disciplinar (no castigar) ¡porque me ama! porque soy importante para Él, porque no quiere que me equivoque más, porque no quiere que siga caminando sin Él, sin su perfecta dirección.

Parecerá absurdo, pero tras vivir todo esto, solo puedo pensar: Alguien me ama y quiere enderezar mi camino así que no me queda más que dar gracias por todas las “malas” cosas que he vivido. Porque a través de todo esto estoy aprendiendo, estoy creciendo, estoy conociendo a mi Papá.

Así que la próxima vez que te pase “una tras otra” detente un momento y piensa: ¿Qué me quiere enseñar Papá esta vez?

martes, 26 de mayo de 2015

un alto para comenzar





Y de pronto me doy cuenta que he pasado años enteros tratando de escribir una historia de vida perfecta cometiendo error tras error. 
Capítulos incompletos, capítulos sin sentido, capítulos que han escrito una historia de caos.

En más de una ocasión quise hacer un alto y cambiar todo de la noche a la mañana pensando, como si fuera una dieta, "El lunes comienzo".
Y toda emoción y todas las ganas de cambiar el rumbo duraba cuestión de unas cuantas horas dejando nuevamente una gran frustración... ¡y más caos!
Y un día, sin pensarlo, sin planearlo, un par de golpes y ¡pum! ¡Alto! ¿Qué está pasando aqui? Algo no estaba bien, algo estaba fuera de control... ¡pero claro! mi vida entera ha sido golpe tras golpe, ¿qué me pasa? ¿en qué momento creí que tener el control del lápiz me hacía ver sabia, inteligente y perfecta?

¡Frena! ¡Frena! ¡Frena! Frena antes de que esto se convierta en una catástrofre. Antes de que la oscuridad se adueñe de mi vida y no pueda ver lo que quiero ver.

Sede el lápiz, no eres perfecta. Deja de controlar lo incontrolable. Deja de creer que los cambios ocurren de la noche a la mañana. No es magia, es un proceso. Vuelve a empezar, deja que alguien supremo empiece a escribir el resto de tu historia, el proceso de tu nueva vida comienza ahora.